12 de junio de 1998.
Fundó Rubbers en 1957. Desde hace 41 años representa la obra de Xul Solar. Ganó el premio al mejor stand en ArteBA ´98 y el Arlequín de la Fundación Pettoruti a la mejor trayectoria de 1997. Preside el museo que alberga la colección del artista y la Fundación Pan Klub. No le interesa fijar records en el mercado y dice que Buenos Aires es la meca del arte latinoamericano.
PREGUNTA: – ¿Usted representa a Emilio Pettoruti?
NATALIO POVARCHÉ: – Yo fui su marchand durante treinta años, hasta que murió,
P: – ¿Qué opina del récord de Pettoruti en la última subasta de Christie´s? (517.500 dólares).
NP: – Me parece muy bien, pero pienso que nadie puede atribuirse haber obtenido un precio récord por haber sido el emisario del cuadro de un coleccionista. Me refiero a la declaración de Benzacar en una entrevista realizada por Perfil (4 de junio). Cuando un galerista obtiene un récord tiene tras si todo un trabajo realizado por ese artista. El mejor ejemplo es Berni. En ese caso Benzacar consiguió con su trabajo elevar sus precios.
P: – ¿Cuál es su estrategia en la comercialización de la obra de Xul Solar?
NP: – Vendemos menos de lo que nos piden, porque sabemos que sus precios van a crecer inexorablemente. Así como Benzacar trabaja con Berni en subastas (que me parece una buena estrategia), nosotros realizamos exposiciones internacionales que van acrecentando el valor de sus obras. La demanda de Xul es constante, no tengo la necesidad de mandarlo a remate y depender del humor de la asistencia de esa noche a la subasta. Nosotros y los astros (Xul sabía de eso, era también astrólogo) vamos diagramando el destino de Xul. Cada marchand tiene su estilo propio.
P: – ¿Nota cambios en la figura del coleccionista de hoy?
NP: – Sí. Hace cuarenta años estaban Santamarina y Crespo, dedicados a las grandes firmas europeas. También estaban Minetti, o el escribano Carbonel de Rosario, que compraba artistas del grupo de la Boca (Victorica, Diomede, Lacámera) y del grupo de París (Butler, Basaldúa). Spilimbergo y Berni mucho menos porque eran pintores mas de avanzada. El coleccionista de hoy, que ronda entre los 45 y los 60 años, es vital, tiene una visión estética e inequívoca, que es mirar hacia los creadores latinoamericanos. Algunos de ellos como Costantini, están comprando lo más cotizado de esos maestros latinoamericanos internacionales. El resto esta comprometido con Xul Solar, Torres García, Figari, Berni, Pettoruti y Barradas. Es un mercado fuerte integrado por artistas del Río de la Plata. Después completan su colección con artistas que hoy rondan los 60 años, como Bonevardi, el cuarteto de la Nueva Figuración (Deira, Noé, Macció y De la Vega), Seguí y Alicia Penalba. Hay otro grupo de coleccionistas, más jóvenes, con menos poder adquisitivo, que hacen lo que considero correcto: apuestan a la pintura que les gusta de su generación.
P: – ¿Le interesa insertar a los artistas argentinos en el mercado internacional?
NP: – No, yo estoy muy concentrado en Xul Solar. Planifiqué un calendario de grandes muestras para este año y el que viene, en Estocolmo, Málaga, Sevilla, Buenos Aires, Madrid, la fundación Paul Klee en Berna, para culminar con una exposición conjunta de Klee y Xul en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires en 1999.
P: – ¿Qué piensa de los marchands argentinos?
NP: – Se los confunde con los operadores particulares. Nosotros tenemos una “marca registrada” de prestigio, que está relacionada con el seguimiento de la obra de un artista. Yo no puedo compartir ese lugar con operadores que venden en sus casas. Hay gente que trata de eludir al galerista y no entiende que en todo el mundo cada artista tiene exerto que certifica las obras. No se justifica ese beneficio de un diez por ciento en comparación con el riesgo que corren, que la obra sea falsa, por ejemplo. Si frente a un problema cardíaco se acude a Favaloro, frente a una inversión importante en arte también se debe acudir a un experto.
Xul Solar: Poeta, pintor, músico y astrólogo
Xul Solar (1887-1963) desarrolló en soledad una obra personal, producto de su ingeniosa imaginación. Fue filósofo, poeta, músico, astrólogo e inventor de dos idiomas: la panlingua y el neocriollo. También creaba juegos como el panajedrez, estudiaba religiones y elaboraba cartas astrales. Viajó por Europa desde 1912 hasta 1924, cuando se instaló en la Argentina definitivamente. Toda su obra está plagada de símbolos, números e imágenes tomados libremente de diversas culturas y religiones. De carácter intimista y con una cualidad altamente poética, sus acuarelas son pinceladas de pintura muy diluida y superpuestas, y generan un clima mágico y por momentos lúdico. Jorge Luis Borges dijo de él: “Los irónicos dioses le depararon este país incrédulo y tímido, que se resigna a todos los usos, porque no le presta su fe, pero sí una dócil indiferencia”. Y en 1951 el mismo Xul Solar se definía con estas palabras: “Soy campeón del mundo de un juego que nadie conoce todavía: el panajedrez; soy maestro de una escritura que nadie lee todavía; soy creador de una técnica, de una grafía musical que permitiría que el estudio del piano, por ejemplo, sea posible en la tercera parte del tiempo que hoy lleva estudiarlo. Soy director de un teatro que todavía no funciona. Soy el creador de un idioma universal: la panlengua, sobre las bases numéricas y astrológicas, que contribuirá a que los pueblos se conozcan mejor. Soy creador de doce técnicas pictóricas, algunas de índole surrealista y otras que llevan al lienzo el mundo sensorio, emocional, que produce en la escucha una audición musical. Soy creador de la lengua para la América Latina: el neocriollo con palabras, sílabas, raíces de las dos lenguas dominantes: el castellano y el portugués”.
POR LAURA BATKIS