Domingo 7 de junio de 1998.
Hasta el 4 de julio, en Florida 1000, puede verse una muestra de pinturas y objetos del uruguayo Carmelo Arden Quin (85), radicado en Buenos Aires en 1937.
La década del ’40 es fundamental en la plástica argentina, porque se producen los primeros síntomas del arte de vanguardia en nuestro país. Si bien los indicios de la abstracción se remontan a las primeras carbonillas de Pettoruti y a los cuadros de Del Prete, recién en 1944 se conforma un grupo sólido embarcado en pasmar un arte no representativo, de base racional y geométrica.
Es la primer vanguardia constructiva, que se nuclea alrededor de la revista Arturo. En 1946, Arden Quin y Gyula Kosice, entre otros, organizan el movimiento Madí. Rechazan la mímesis de la reproducción en favor de la creación de un objeto autónomo.
Las obras de esta muestra agrupan objetos del período Madí de Quin en Buenos Aires, y sus obras posteriores, realizadas en París, donde se radica en 1956. Son estructuras geométricas de marco recortado irregular, rompiendo de este modo con el tradicional soporte rectangular de la pintura de caballete. En los llamados “coplanales”, el artista usa planos articulados con movimientos rotativos, de manera tal que la intervención del espectador puede modificar la estructura de la obra.
También recorta el cuadro dejando partes caladas, y usa colores puros y contrastantes sobre superficies cóncavas. En las obras más recientes, sigue utilizando formas geométricas pero con una paleta diferente, de colores más estridentes y saturados e incorporando láminas de plástico. El veterano Arden Quin vive actualmente en París, donde organizó el grupo Madí francés. En esta muestra local, su genio luce intacto.
POR LAURA BATKIS