15 de julio de 1998.
Fabio Magalhaes, curador de la segunda bienal de Mercosur a realizarse entre octubre y noviembre del año que viene, fue secretario de Cultura de San Pablo y director del Museo de Arte Moderno. Hoy preside la Fundación Memorial de América latina, también paulista, donde acaba de exhibir pinturas de Norah Borges y Xul Solar. Vino al país a preparar la intervención local, y adelantó a Perfil cómo será esa bienal que homenajea a dos artistas argentinos: Julio le Parc y Lucio Fontana.
Pregunta: -¿Qué países estarán en la bienal de Mercosur?
Magalhaes: -Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay y Colombia.
P: -¿En qué lugares se va a emplazar esta bienal?
M: -Queremos mantener la relación entre el arte y el espacio urbano con intervenciones artísticas sobre todo Porto Alegre. El resto se distribuirá en cinco edificios, 10,000 m² en total.
P: -¿Habrá muestras paralelas?
M: -Sí, se está organizando una gran homenaje al recientemente fallecido Ibere Camargo, el pintor brasileño más importante del último medio siglo, y dos exposiciones que muestren la influencia de América Latina sobre Europa. Para ello pensamos en dos argentinos: Lucio Fontana, quien se cumplirán cien años de su nacimiento en ‘99, y Julio Le Park. Fontana, si bien residió gran parte de su vida en Italia, donde falleció, desarrollo sus principales ideas en la Argentina, donde redactó el Manifiesto Blanco, que fue decisivo para el desarrollo posterior de la arte europeo; sin duda el responsable del llamado “arte pobre” italiano. Lo mismo ocurre con Le Park: sus postulados sobre el arte cinético influenciaron al arte europeo. La otra muestra será sobre cubismo, con cuadros de Picasso, el movimiento de Europa que tal vez más incidió en Latinoamérica: en Barradas y Torres-García, por ejemplo.
P: -¿Y qué disciplinas abarca esta segunda Bienal?
M:- Pintura, escultura e intervenciones, más arquitectura, diseño, fotografía y tecnología. Yo quisiera que en la última edición también hubiera literatura.
P:-¿Ya eligió los curadores?
M: – Están confirmados Jorge Glusberg por Argentina y Ángel Kalenberg por Uruguay, y voy a invitar a Justo Pastor Mellado por Chile. El resto aún no lo decidí.
P: -¿Y cómo hace Brasil para obtener fondos económicos para subvencionar estas bienales?
M: – La bienal cuesta 6 millones de dólares. Esto es increíble, pero el 90 por ciento es patrocinio de las grandes empresas como la siderúrgica Gerdan, la petrolera Ipiranga y el Banco Real. Estas grandes inversiones de Brasil son por la legislación de incentivos fiscales: hay una desgravación impositiva del 75 por ciento de inversiones realizadas en actividades culturales. Esta legislación se impuso hace 10 años y cambió nuestra realidad cultural, también en el mercado editorial y cinematográfico. Hoy Brasil produce 60 películas por año.
P: -¿Hay apoyo del gobierno?
M: – Absolutamente. Yo fui secretario de Cultura de San Pablo en 1982. Hicimos un estudio de lo que representaba la producción cultural, incluyendo la prensa y la comunicación, y daba 1,7 por ciento del producto bruto interno: más que las compañías siderúrgicas, con un 1,3 por ciento. Entonces el gobierno cuadruplicó el presupuesto cultural. El arte es una de las actividades que más genera empleo, a costos más bajos y de manera más democrática, porque necesita gente de distintas formaciones, desde un artista hasta un electricista que tiene que montar las luces. Los políticos piensan que la cultura es cosa de “perfumería”, que no tiene un sustrato social fuerte, y eso es un error.
P: -En un día y medio en Buenos Aires ¿con quienes habló?
M: – Vine con el presidente de la bienal, Ivo Nesralla, e invitamos al curador de la Argentina y a Constantini porque creemos que tiene la colección latinoamericana más importante del mundo, y queremos que se vea en la bienal. En principio aceptó, aunque hay problemas creo que hay creo que se van a solucionar. También convocamos al Banco Velox porque están realizando un proyecto editorial muy importante con la publicación de libros de artistas del Mercosur, como Berni, Figari y Portinari entre otros. Fue una visita provechosa.
POR LAURA BATKIS