Junio de 1998.
La exposición de León Ferrari (nació 1920) en el espacio de arte Filo, abarca dibujos, pinturas y objetos relacionados con la palabra escrita, realizados entre 1962 y 1998. Desde sus inicios en la actividad artística en 1955, Ferrari siempre estuvo ligado a la vertiente de arte político en nuestro país, denunciando frontalmente toda forma de autoritarismo. En 1965 su célebre Cristo crucificado sobre un avión de combate norteamericano, fue rechazado en la edición de ese año del Premio Di Tella. Decidió entonces no exhibir sus obras en salas oficiales, y abandonó la práctica artística, limitándose a presentar obras políticas en muestras colectivas, como Homenaje a Vietnam (1966), Tucumán Arde (1968) y Malvenido Rockefeller (1969). En 1976 se exilió en San Pablo, donde residió hasta 1991, año en el que regresa a Buenos Aires. En Brasil retomó la actividad plástica. En los dibujos escritos de 1962, Ferrari ordena renglones abstractos, que en su próxima serie comienzan a evidenciar grafismos hasta convertirse en palabras. En este período de arte visual escrito, reflexiona sobre distintos sucesos de la actualidad. En la década del ‘80, utiliza fotocopias y heliografías, con los signos gráficos usados en Letraset para arquitectura. Comenzó también su crítica mordaz contra el autoritarismo implementado en la tradición judeo-cristiana de la Biblia y sus efectos en el pensamiento de Occidente. Tal es el caso de las instalaciones con palomas vivas que defecan sobre el Juicio Final de Miguel Angel (1985). En los años noventa, traza sus escrituras sobre superficies de maniquíes de cuerpos femeninos, contraponiendo la sensualidad de estas siluetas con la violencia del relato del Apocalipsis. También les escribe poemas y otros textos tomados de Borges y André Breton. A fines del noventa comienza la serie de los brailles: sobre imágenes religiosas, fotos políticas y noticias periodísticas, Ferrari marca en braille versículos bíblicos. Así, en una foto de Adolf Hitler cuando era un bebé se pueden tocar los puntos que dicen: “Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó”. Y usando una nota periodística que informa sobre el castigo ejercido en Afganistán a una pareja de amantes, que es el entierro en vida, superpone el braille con el mandato de matar con piedras a los amantes que impone el Deuteronomio. La muestra culmina con los Mimetismos de 1998, textos religiosos en los que agranda algunas letras y aparecen entre líneas frases como Belsen, el campo de concentración judío.
Ferrari. Escrituras 1962-1998, Filo, San Martín 975. Del 10 de junio al 5 de julio.
POR LAURA BATKIS