Texto catálogo “Colorama” de Cynthia Cohen, galería Zavaleta Lab, noviembre 2008.
Octubre de 2008. Dicen que afuera es el derrumbe. Sin embargo, la experiencia de la historia, que es siempre circular, cuenta que, en los momentos más críticos, como en el período de la Posguerra europea, los artistas dejaron de lado la experimentación vanguardista para retornar a un cierto orden clásico en la pintura. La Nueva Objetividad Alemana, las mujeres en las fuentes de Picasso. Y, en la Argentina, Berni nos violentaba en los años infames con el realismo exacerbado de sus Desocupados.
Hoy Cynthia Cohen se salva del enemigo invisible con su “Colorama” y remarca de manera definitiva su pertenencia al mundo de la pintura.
A partir del encuentro fortuito con unas manchas de color, Cohen inventó un mundo. Cambiando la escala las cosas cambia también su apariencia, como unos pequeños muñecos que, al estar representados enormes en sus telas, invaden al espectador de manera amenazante. En “Playing the game” la artista reflexiona lúdicamente sobre el poder, rotando los personajes que ocupan en cada momento el lugar protagónico de la escena.
Celebro su encuentro con la pintura y celebro encontrarme con una artista que tan genuinamente tomó su propio camino. Sin pretensiones especulativas, diseñando su manera de estar en el mundo y acompañada por el placer inefable de pintar todos los días.
POR LAURA BATKIS