Julio de 2006 – Nº 136.
Perfil
Es sociólogo, empresario y académico. Padre de 3 hijos. Rector de la Universidad Tres de Febrero, Director de la Fundación Foro del Sur y de la Revista Archivos del Presente. Su colección se parece a su dueño y no los cánones que dictaminan los demás. Desde los inicios de la pintura nacional con Malharro, pasando por Suárez hasta Jorge Macchi, tiene una de las colecciones más completas de arte argentino.
Arte al Día: ¿Cuándo empezó coleccionar?
Aníbal Jozami: En 1974. Me sobraba el tiempo, estaba desocupado. Mi ex mujer tenía un buen sueldo y yo me dedicaba fundamentalmente a la militancia política. Vivía en Vicente López y caminaba todas las mañanas hacia San Isidro. Allí estaba la Galería L’Atelier, de Raquelita Silberman. Veía que yo miraba la vidriera y me iba. Un día me preguntó por qué no entraba, le dije que porque no iba a poder comprar dado que estaba desocupado. Me dijo que me llevase el cuadro que quisiese y que cuando tuviera trabajo se lo iba a pagar. Me llevé 2 obras, una de Schurjin y otra de Ludueña.
AAD: Usted tiene una de las pocas colecciones que además de arte contemporáneo hay maestros del arte argentino, como Malharro y Berni entre muchos otros.
AJ: Pienso que no se puede tomar el arte contemporáneo como si fuera algo separado de lo anterior. Los artistas actuales existen gracias a que hubo otros artistas antes. Hay un ejemplo que hemos conversado, y es cómo Pablo Suárez usaba los colores de Gramajo Gutiérrez.
AAD: Usted hoy atesora piezas muy importantes y buscadas como Berni, que adquirió antes de que se convirtieran en moda.
AJ: Lo que yo siempre compré es arte que tuviera que ver con algunas de las facetas de mi vida. Como durante muchos años trabajé en el norte, compré artistas de esa región. Como Osorio Luque que pintaba las rutas de Tucumán y las carretas que traían caña de azúcar, que eran las que yo tenía miedo de chocar cuando viajaba en auto. Otros artistas tienen que ver con la militancia política, como el Grupo Espartaco. No siempre es el contenido político o geográfico lo que me atrae, también puede ser la belleza de una mujer como en algunas obras de Presas.
AAD: ¿Tiene asesores artísticos?
AJ: No. A veces pido opiniones para reasegurarme con lo que ya compré.
AAD: ¿Por qué piensa que la gente colecciona arte?
AJ: Hay coleccionistas que quieren ser “coleccionistas”, como tener el título, entonces así como si usted quiere jugar al golf se contrata un profesor de golf, contratan un curador que les diga lo que tienen que comprar para que lo que vayan a tener sea una colección. Yo compro lo que me gusta, por placer. Mi vinculación con el arte y como comprador de arte es el goce.
AAD: En un momento su colección empezó a tener más piezas de arte contemporáneo.
AJ: Sucedió naturalmente, voy a ver exposiciones actuales, encuentro cosas que me gustan y las compro.
AAD: ¿Qué piensa sobre la idea de comprar arte argentino como inversión?
AJ: Como idea es muy buena. Creo que el arte argentino está retrasado en sus valores, debería valer tres o cuatro veces más en tanto se lo compara con los artistas de esa misma época y de la misma calidad de otros lugares del mundo.
AAD: Sin embargo no sucede, aunque hoy existe internacionalmente un mayor interés en el mundo por el arte argentino, y el arte latinoamericano.
AJ: Efectivamente, pero el país no acompaña. Dentro de la política cultural argentina no hay ni un renglón que tenga que ver con posicionar artistas argentinos en el exterior. En las antípodas de la postura argentina está China, que está planteado como política de Estado que haya 100 artistas chinos que lleguen al millón de dólares en su cotización.
AAD: Hablemos un poco de la ley de mecenazgo.
AJ: Creo que habría que tener una ley de mecenazgo que parta de lo que es la realidad argentina. Si este es un país en el que hay mucha evasión, y si se quiere lograr que haya capitales que vayan a ser mecenas del arte, hay que dar una serie de ventajas que sean un aliciente para que haya menos evasión y se declaren las cosas. De ese modo los que lo hicieran tendrían la posibilidad de dedicar parte de ese dinero al arte. Eso mejoraría la realidad impositiva del país y se haría algo por el arte también. El proyecto anterior de ley de mecenazgo hablaba de porcentajes tan mínimos que en un país en el que mucha gente evade, evidentemente iba a ser más conveniente para esa gente seguir evadiendo que blanquear las cosas en función de eso. Tiene que haber una política de ingreso y egreso de obras de arte. Al ponerle trabas a la obra, se está perdiendo posibilidad de que la Argentina vuelva a ser un lugar donde haya obras de arte importante.
AAD: Este año por primera vez la imagen institucional de la Bienal de San Pablo es de un artista argentino, Jorge Macchi ¿Qué piensa al respecto?
AJ: Es importante, pero la Bienal dura tres meses y todavía acá ni se difundió.
POR LAURA BATKIS