Prólogo del catálogo de la exposición de RES, Marcelo Grosman, Pablo Cabado, Marcos López, Alejandro Kuropatwa, Marcello Mortarotti, Facundo de Zuviría y Tatiana Parcero en Espacio Rio. Buenos Aires, 1999
En el arte contemporáneo, las fronteras entre la pintura, la fotografía y el video son difusas. Los valores tradicionales de dividir categóricamente a las artes visuales en compartimentos cerrados han cambiado, al introducirse otras disciplinas que amplían y enriquecen la noción misma de lo estético.
La especificidad de la fotografía se ha ido imponiendo muy lentamente para conseguir un lugar dentro del circuito artístico, reivindicando sus procedimientos para expresar que se trata, simplemente, de un lenguaje diferente y pleno de posibilidades como cualquier otro. Esta exposición acompaña algunos acontecimientos que afirman esta tendencia en la Argentina: la creación de dos colecciones permanentes de fotografía. La recientemente inaugurada en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires que se suma a la iniciativa que el año pasado promovió el Museo Nacional de Bellas Artes. Tratar de encontrar una temática que unifique la obra de estos 8 artistas sería un intento de teorización forzada. Sin embargo, se pueden plantear algunos ejes que circulan a través de sus obras. El estereotipo del héroe inmolado por una causa inexorable, como el boxeador de RES en “Antes y después de la pelea” o en la serie de “El combatiente” de Marcelo Grosman, con sus retratos de militares que nos muestran sus uniformes relucientes y sus medallas doradas. Las contradicciones del fervor consumista en un país subdesarrollado se evidencian en “Satisfacción garantizada” de Pablo Cabado, en las paródicas escenas del “Pop Latino” de Marcos López y en las imágenes irónicas del erotismo banal que Alejandro Kuropatwa arma con muñecas Barbies, que recuerdan las tomas de films como “Nueve semanas y media”.
Finalmente, el mundo privado se vislumbra en la obra de los restantes artistas. Los viajes personales de Marcello Mortarotti por distintos lugares del mundo fueron conformando sus paisajes de bosques en los que la naturaleza se torna un producto artificial y decorativo. Otros viajes, con imágenes urbanas de reflejos, vidrieras y maniquíes, definen los intereses recurrentes de Facundo de Zuviría en la serie “Welcome to civilization”. En su “Cartografía interior”, la autobiografía es también el anclaje de Tatiana Parcero, fotografiando su propio cuerpo ornamentado por la superposición de ilustraciones de anatomía humana y códices precolombinos de la civilización Maya. Ocho fotógrafos, ocho visiones del mundo, unidas por la pasión inevitable de capturar la fugacidad de un instante, la levedad de un gesto, con la impronta fotográfica que plantea la paradoja entre verosimilitud y ficción, y el deseo de fijar la vida en una representación perdurable.
POR LAURA BATKIS